Mi nombre es Adelia Cruz de Mendoza. Soy originaria de Oaxaca México y casada por 23 años con Octavio Mendoza, tenemos dos hijas.
Desde pequeña mis padres siempre nos inculcaron la fe católica. Pero cuando llegamos a este país en el año 2000, el trabajo y las ocupaciones de ese momento me hicieron dejar a un lado mi fe católica. Después, llegamos a Columbus OH en el 2004, en ese tiempo la única iglesia que conocíamos con misa en español era la iglesia de Santa Cruz y solo íbamos dos o tres veces al año.
Tiempo después encontramos la parroquia de Christ the King que estaba a solo 7 minutos de donde vivíamos. Llegó el momento de poner a mis hijas en el catecismo y en ese tiempo las monjitas de la comunidad MSP (Misioneros Servidores de la Palabra), ofrecían clases bíblicas a los padres mientras los niños estaban en sus clases. Nos llamó la atención y comenzamos a asistir. Fue muy emocionante aprender de la palabra de Dios. Nuestra vida de pareja fue cambiando, aprendimos a tener más comunicación y a dialogar, algo que francamente no conocíamos y que es tan fundamental en un matrimonio. Los problemas que teníamos en ese momento se fueron solucionando tomando como ejemplo a la sagrada familia. Todavía tenemos problemas. Pero ahora ya sabemos donde buscar la ayuda adecuada.
Nos hemos integrado al apostolado de los matrimonios (MCSP). Nuestra misión es ayudar a los matrimonios o parejas que están teniendo dificultades. Y también ayudamos en el ministerio de proféticos, esto nos ayuda como persona a seguir aprendiendo de la palabra de Dios cada día. Nosotros estamos inculcando en nuestra hijas nuestra fe Católica que está llena de tradiciones tan hermosas. Las Hermanas HMSP y los Sacerdotes de la parroquia nos han guiado y siempre están ahí cuando pedimos su ayuda. Aprovechando la oportunidad me gustaría agradecer al P. David Schalk por traer a la comunidad de los Misioneros Servidores de la Palabra a nuestra parroquia. Las hermanas han sido una bendición para nuestra familia. Y también agradecemos a la M. Nereida Olmedo, M. Roció Hernandez y M. Laura Mosqueda por toda la paciencia y amor para con nosotros.
Habiendo crecido en una familia militar y siempre yendo a la iglesia en una base militar, hizo difícil que pueda adaptarme a un estilo de vida parroquial civil y encontrar una iglesia cuando me convertí en adulto. Probé muchas parroquias diferentes en Columbus durante aproximadamente un año y medio antes de encontrar a Cristo Rey.
Sabía que esta era la parroquia para mí porque normalmente las personas tienen que buscar los ministerios de los que quieren ser parte, pero en Cristo Rey, la gente se acercó a mí y me ofreció oportunidades de ministerio sin que yo tuviera que preguntar. Creo que eso fue Dios diciéndome que había encontrado mi parroquia.
Estar involucrado en la comunidad me ha proporcionado recursos sólidos para crecer en mi fe y habilidades de liderazgo. Aquí existe una sensación de pertenencia que aún no he experimentado en ninguna otra parroquia.